La idea
era ir solo hasta Misión Laishí que queda a unos 64 kilómetros de Formosa
capital. Así fue -en un primer momento-, salimos el viernes a las 16 horas y
llegamos alrededor de las 20. Por primera vez nos tocó viajar de noche por unas
largas horas. Fueron contados los autos, camionetas y camiones que nos cruzaron
por la ruta provincial número 1, viajamos tranquilos hasta llegar a destino.
¿Alguna
vez fueron a Laishí en invierno? acampar no es una opción ya que nuestras
carpas y bolsas de dormir no están preparadas para soportar los grados de la
madrugada asique al llegar (primero comimos, estábamos cagados de hambre)
decidimos buscar un hospedaje o algo así. Recorrimos el pueblo y todos los
lugares estaban "ocupados" o solo alquilaban por mes (¡están re
locos!) y la última opción fue un alquiler vacío de dos chicas que decidieron
darnos el lugar luego de que acertáramos cada uno de los nombres de las
personas que alquilan en el pueblo (el viejo Gamarra, Perez, la casa a lado de
Haponiuk y otros).

El sábado
amaneció a pura niebla, pudimos recorrer Laishí de día y comer asado a las
cinco de la tarde (hubo complicaciones) con mi familia que llegó al pueblo por
unas horas. En el bosquecillo -zona para acampar- hay parrilleros, el baño no
funciona (está cerrado y lo único abierto es una pequeña pieza atrás pero que
está llena de basura) ¿y si te dan ganas? tenés que ir a la estación de servicio
que queda cruzando el puente -por donde cruza el arroyo Salado- o entre los
árboles. A pesar de esto, es un pueblo re lindo al que sí volvería porque tiene
una feria de fin de semana con productos y comidas locales, el abandonado
ingenio azucarero, el puente viejo sumado a toda la cosa de los misioneros
franciscanos y lo mejor de todo es que los lugares están cerca uno de los
otros. Otro dato: no llamen a los números de los carteles del circuito turístico,
no pierdan el tiempo, a mí me dio apagado uno y el otro “el número al que usted
llama…”.
La niebla
otra vez copó la mañana del domingo y el frío ni te cuento –se va mientras
pedaleas-. A las 10 de la mañana, después desayunar, partimos. Teníamos como destino final Formosa capital
pero cuando llegamos a Tatané recibí la mejor llamada: me invitaban a comer a
Herradura. Subimos a nuestras bicicletas y en media hora estuvimos ahí, listos
para comer todo lo que nos pusieran enfrente ¡y así fue! Después de charlar un
rato entre amigos y familia, seguimos pedaleando hasta Formosa capital, a las
18 horas ya estábamos volviendo a nuestras habituales vidas.
En total hicimos 150 kilómetros redondos.
Estando tan cerca de Formosa se podría visitar con frecuencia. Quizás eso motive a la municipalidad a mejorar las instalaciones. Gracias por compartirlo.
ResponderBorrar¡Hola Mauricio! Muchas gracias leer y comentar. Creo que tenes razón, uno de los puntos estaría en motivar a mejorar las instalaciones. Espero poder volver pronto. Abrazos.
BorrarLaishi, hermoso lugar mi pueblo lastima que esta muy quedado y le faltan muchas cosas para mejorar pero gracias por visitarnos Aylen Saludos...
ResponderBorrarLaishi, hermoso lugar mi pueblo lastima que esta muy quedado y le faltan muchas cosas para mejorar pero gracias por visitarnos Aylen Saludos...
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