A Curuzú La Novia en bicicleta

A menos de 10 kilómetros de la ciudad de Formosa tenemos
naturaleza al 100%:

-      Estoy saliendo para Curuzú La Novia.

-      Y vamos.

El pasado sábado 12 de septiembre, fui de visita -de nuevo- al camping Curuzú La Novia, famoso por su historia. Creo que todos los formoseños tenemos una versión diferente, nunca en un grupo todos coincidieron con la misma exactamente:

"Una pareja de novios pasaron el río para casarse y al volver se ahogaron o sea nunca encontraron sus cuerpos porque hubo una tormenta”.

“Fueron una pareja joven que subió a un bote una noche para contraer matrimonio, cuando se estaban poniendolos anillos el bote se hundió. Ellos no sabían nadar, terminaron ahogados”.

"Se trata de una pareja recién casada que cruzaba el río y que con tanta puta suerte se caen y mueren”.

Y así un montón de versiones que corren por las rutas, las calles. Después hablan de fantasmas, gente que jura y asegura haber visto una mujer con vestido blanco o a una pareja en las aguas.  Nada comprobado por mis ojos y apuesto que por los tuyos tampoco.

Cuando llegamos ese día con el Gato no tuvimos que pagar para estar en el camping, dijimos que solo pasábamos a mirar un poco. Y así fue, fuimos con la bicicleta hasta donde nos  permitió el camino: no se puede llegar hasta el fondo del terreno porque el río no bajó del todo. Vimos un árbol en el que se notaba hasta donde había subido el agua (una pena, no llevé mi celular para tomar fotos, queda pendiente), los camalotes desparramados, barro a full y bien al fondo (ya sin la bicicletas) observamos aves, muchas de diferentes colores. Era como estar viendo “un gran nido de aves”, así lo describió él. Cuando nos vieron acercarnos, la mayoría voló pero otras quedaron en sus lugares. El resultado final: zapatillas empantanadas.

Después de tomar bastante agua de nuestras caramañolas, volvimos a subir a las bicis y retomamos camino al ruido, a la ciudad.